Coco el Chihuahua Celebra el Cinco de Mayo
Por Bill Conley
Moral de la historia:
Estar orgulloso de tu herencia—es una historia que vale la pena contar.
En un soleado pueblo rodeado de
montañas suaves y árboles frondosos, vivía un pequeño y alegre chihuahua
llamado Coco.
Coco era enérgico, amable, y siempre
tenía una gran sonrisa. Pero hoy, ¡su sonrisa era aún más grande!
Era el Cinco de Mayo, y Coco estaba emocionado por celebrar con su
familia, amigos y toda la comunidad.
“¡Feliz Cinco de Mayo, Coco!” gritó
su abuela mientras colgaba banderines de colores en la plaza.
“¡Gracias, Abuelita!” dijo Coco, ondeando una pequeña bandera de México. “¡Hoy
es un día muy especial!”
Mientras el sol se elevaba, Coco y
sus amigos comenzaron a preparar el gran festival.
“¿Por qué celebramos el Cinco de
Mayo?” preguntó su amigo Paco el Pato.
Coco se detuvo, luego sonrió con
orgullo. “Es para recordar una gran victoria. El 5 de mayo de 1862, el ejército
mexicano derrotó a uno mucho más grande y más fuerte en la Batalla de Puebla.”
“¡Eso suena valiente!” dijo Lala la
Lagartija.
“¡Lo fue!” dijo Coco. “Aunque no
ganaron la guerra completa, demostraron que con coraje, unidad y corazón, todo
es posible.”
Los ojos de sus amigos brillaron.
“¡Vamos a celebrar como los valientes de Puebla!”
La plaza del pueblo pronto cobró
vida.
Niños bailaban jarabe tapatío, adultos cocinaban tamales, tacos y churros.
Había música de mariachis, risas y mucho orgullo mexicano.
Coco subió al escenario con su mamá
y papá.
“Coco ha preparado una sorpresa,”
anunció su papá.
Coco tomó una guitarra pequeña y
comenzó a tocar una canción que él mismo escribió.
🎶 “Con amor por mi país y orgullo en el corazón,
el Cinco de Mayo es una celebración.
De lucha, de historia, de libertad,
¡hoy gritamos con alegría y dignidad!” 🎶
¡La multitud aplaudió y vitoreó!
“¡Bravo, Coco!”
“¡Qué hermoso canto!”
“¡Eres un verdadero chihuahua mexicano!”
Después del espectáculo, Coco ayudó
a servir agua fresca y pastel de tres leches.
Y justo cuando pensaba que el día no
podía mejorar…
“¡Sorpresa!”
Todos comenzaron a cantar:
🎵 “¡Cumpleaños feliz, te deseamos a ti,
cumpleaños querido Coco,
¡que los cumplas feliz!” 🎵
Coco se quedó sin palabras. ¡Había
estado tan ocupado celebrando su cultura que olvidó que también era su
cumpleaños!
Su abuelita le dio un fuerte abrazo.
“Eres un chihuahua muy especial, Coco. Hoy celebramos tu herencia… y a ti.”
Coco cerró los ojos, respiró hondo,
y sonrió con todo su corazón.
“Gracias por quererme, por celebrar
conmigo,
y por recordarme que la historia,
la cultura y el amor…
¡van de la mano!”
Esa noche, mientras las luces
parpadeaban en la plaza y la música seguía, Coco miró las estrellas y susurró:
“Estoy orgulloso de quién soy,
y de dónde vengo.
¡Y eso es algo digno de celebrar cada día!”
Poema final:
Con banderas, canciones y buen
corazón,
celebramos la historia con gran emoción.
Recuerda tu origen, con orgullo y amor,
tu herencia es un regalo, ¡un verdadero honor!
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