Leo el Cachorro de León Aprende Qué es el Amor
Por Bill Conley
Moral de la Historia:
El amor no es solo una palabra—es algo que mostramos con nuestras acciones,
nuestra bondad y nuestro corazón.
Cuando escuchamos, compartimos, damos las gracias y damos abrazos, estamos
mostrando amor a quienes nos cuidan.
Amamos a nuestros padres respetándolos, ayudando y diciendo “te quiero” con
nuestras palabras y lo que hacemos.
El amor no es solo un sentimiento—es cómo tratamos a los demás cada día.
En las soleadas y doradas praderas
de la Sabana del Rayo de Sol, un pequeño cachorro de león llamado Leo se sentó
junto a su madre una mañana, observando a los pájaros volar alto en el cielo.
Leo giró su cabecita peluda y
preguntó una gran pregunta:
—Mamá, ¿qué es el amor?
Su madre lo miró con ojos dulces y
sonrió.
—El amor, mi dulce cachorro, es una
de las cosas más especiales del mundo.
—Pero... ¿qué es? —preguntó Leo otra
vez—. ¿Es un abrazo? ¿Es decir “te quiero”? ¿Es compartir mis juguetes?
Su mamá soltó una risita.
—Sí… y mucho más. El amor es algo
que sentimos muy dentro y que mostramos por cómo tratamos a los demás.
Leo ladeó la cabeza.
—¿Puedes mostrarme cómo se ve el
amor?
—Creo que lo verás tú mismo hoy
—dijo ella—. Pero tendrás que mantener los ojos y el corazón bien abiertos.
Esa mañana, Leo siguió a su hermana
mayor Lila hasta el pozo de agua. Lila se había levantado temprano para ayudar
a su mamá a cepillarse el pelaje y recoger flores silvestres para decorar la
guarida.
—¡Gracias por el desayuno, mamá!
—gritó Lila al salir.
Leo se acercó más a su madre.
—¿Eso fue amor?
Su mamá asintió.
—Sí, decir gracias y ayudar sin que
te lo pidan es una forma de mostrar amor.
Leo sonrió. Eso parecía fácil.
Más tarde, mientras caminaban entre
la hierba alta, Leo vio a su papá arreglando el columpio roto que colgaba del
gran árbol baobab. De repente, escucharon un pequeño chillido.
Una tortuguita se había alejado
demasiado y estaba atrapada bajo el sol caliente. Sin decir una palabra, el
papá de Leo la levantó con cuidado y la llevó a la sombra.
—Quédate fresquito, amiguito
—susurró papá.
Leo tiró de la cola de su papá.
—¿Eso también fue amor?
Su papá sonrió.
—Claro que sí. Amar es ayudar a los
demás… incluso cuando no tienes que hacerlo.
A lo largo del día, Leo vio muchos
actos de amor.
Su amigo Beni el Babuino le dio su
último chip de plátano a un pajarito hambriento.
Mila la Suricata dejó que su
hermanito usara el sube y baja primero—aunque ella había esperado todo el día.
Hasta el viejo cocodrilo gruñón del
río llevó a una ardilla cansada al otro lado del agua.
—¡El amor está en todas partes!
—pensó Leo con los ojos bien abiertos.
Pero luego… sucedió algo.
Leo estaba construyendo una torre de
piedras él solo cuando su primo Zeke pasó corriendo y accidentalmente la
derribó.
—¡Mi torre! —gritó Leo—. ¡La
arruinaste!
Zeke parecía arrepentido.
—¡No fue mi intención! ¡Solo estaba
persiguiendo una mariposa!
Leo resopló y le dio la espalda.
—¡Vete!
Su mamá se acercó y se agachó junto
a él.
—Leo —dijo con suavidad—, todos
cometemos errores. Incluso cuando estamos molestos, amar significa ser amable.
¿Puedes perdonar a tu primo?
Leo miró a Zeke, que estaba sentado
bajo un árbol con la cabeza baja.
Se levantó despacio y caminó hacia
él.
—Oye, Zeke… perdón por gritarte. Sé
que fue un accidente.
Los ojos de Zeke se iluminaron.
—¿De verdad me perdonas?
Leo asintió.
—Sí. ¿Quieres ayudarme a construir
una nueva?
Juntos hicieron una torre el doble
de alta.
La mamá de Leo los observaba a lo
lejos y sonreía. Su cachorro estaba aprendiendo rápido.
Esa noche, la familia se sentó
alrededor de la fogata, viendo salir las estrellas.
Leo se acurrucó al lado de su madre.
—Creo que vi mucho amor hoy.
—Estoy segura de que sí —susurró
ella.
—Lo vi cuando Lila ayudó. Y cuando
papá movió a la tortuga. Y cuando Zeke y yo nos reconciliamos.
Ella asintió.
—El amor está en todas esas cosas. Y
tú también lo mostraste hoy.
—¿De verdad? —preguntó él.
—Sí —dijo su papá, acariciándole la
cabeza—. Perdonaste, compartiste y trataste de entender. Así es como se ve el
amor.
Leo se quedó pensativo.
—¿El amor es solo para la familia?
—No —dijo su mamá con ternura—. El
amor se puede mostrar a todos: amigos, vecinos, animales y desconocidos. Es
cómo tratamos a los demás, cómo hablamos, cómo escuchamos.
Leo se enderezó.
—Voy a mostrar más amor mañana. ¡A
todos!
—Buen plan —dijo Lila riendo—. ¡Solo
no te olvides de empezar con tu familia!
Leo rió y los abrazó a todos.
Antes de dormir, Leo se cepilló los
dientes, dobló su manta e incluso ayudó a arropar a su hermanito.
—Los quiero —susurró a cada uno de
ellos.
Y mientras se quedaba dormido,
pensó:
El amor es grande, pero comienza con las cosas pequeñas.
Poema
Final:
El amor está en lo que decimos,
Y en todo lo que hacemos día tras día.
Sé amable, comparte y ayuda también—
¡Muestra a alguien especial cuánto bien hay en ti!
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